lunes, 5 de febrero de 2018

Diferente. (Cuento)

En la sala de espera había muchas personas que aguardaban ser atendidas en algunos de los consultorios de aquel sector del hospital. Allí, sentada en una de las sillas se encontraban una madre con su pequeña hija de cinco años, que ya se ponía impaciente por la espera.
_ Má, ¿falta mucho para que nos vayamos?
_ Hija, tenemos que esperar a que nos atienda el médico.
_ Sí, pero hace un montón que estamos. ¿Cuándo nos va a llamar el médico?
_ Es que tuvimos que venir temprano para sacar el turno; y que nos atiendan en el día. ¿Qué se le va a hacer? Así es el hospital.
_ Ufa, ¡pero ya vinimos el otro día!
_ Sí, pero ese era el clínico; este es otro médico. Cuanto más rápido te vea el especialista, mejor.
 En aquel momento justo pasó por el pasillo un hombre mayor en una silla de ruedas, al cual la niña observó con atención mientras era llevado por una mujer.
_ Má, ¿por qué será que ese señor no puede caminar?
_ ¡Qué se yo, Clarita! Puede ser por miles de razones. Aunque capaz sea algo solo momentáneo. Acá estamos cerca de traumatología, así que por ahí lo llevan a que lo atiendan allá. Y a nosotras ya nos van a llamar. No te impacientes.
_ Mamá, pero me quedé pensando en algo: ¿Cómo hace una persona que está en silla de ruedas para subir a los pisos de arriba?
_ Sube por el ascensor, hija.
_ ¿Y si no llegara a haber ascensor?
_ ¡Ay, Clarita!¡Sos tremenda! Supongo que de alguna manera lo ayudarán en ese caso. Además ahora hay ascensor en todos lados. Pero quedate callada un rato, por favor. ¿Ves? En el jardín también te retan por eso. Dicen que tampoco parás de hablar y que sos muy inquieta, y alborotás a todos tus compañeros.
_ ¡Es que me aburro! Me dejan jugar, pero no me dejan leer.
_ Pasa que tus compañeritos todavía no leen los libros que vos leés. Vos estás muy adelantada. Si querés leer mitología griega, leela en casa; ya te dije.
_ Y también cultura greco-romana má. Pero má...
_ ¿Qué?
_ ¿Conocés al papá de Vale?
_ Si, es el papá de tu compañerita. ¿Qué pasa con él?
_ Es ciego.
_ Sí, lo sabía. Él es ciego de nacimiento. Parece que lo de él no es operable.
_ ¿Y cómo hace para tomar bien el colectivo, y no equivocarse?
_ Seguro alguien siempre lo acompaña. Además, al tener el bastón blanco la gente lo identifica y lo ayuda. El papá de Vale es un señor muy valiente, y muy abnegado. El lucha por los derechos de las personas con discapacidad desde hace mucho tiempo; es decir, él lucha por los que son diferentes.
  Al oír esas palabras de su madre Clarita quedó pensativa y en silencio por unos segundos. Luego, como tomando coraje le preguntó a su mamá:
_ Má, y yo... ¿Soy diferente?
  Al escucharla, su madre quedó tan sorprendida que no supo qué contestarle, ya que nunca antes la niña le había hecho "esa" pregunta; "esa pregunta" que la mujer siempre había rogado dentro suyo que su hija jamás le hiciese. En aquel momento de uno de los consultorios salió un médico, que se aprestaba a llamar a un paciente.
_ ¡Ay, Clarita! ¡Las cosas que preguntás!... ¡Vamos!¡Vamos! ¡Que nos está llamando el médico! ¡Vamos ya!
  Y acto seguido Clarita y su madre entraron al consultorio del especialista.

jueves, 1 de febrero de 2018

Derribando murallas.

Derribando murallas.
Rompiendo el silencio.
Deshaciendo hechizos
En medio del océano.
Pateando el tablero
De inciertos castillos
Para quebrar el ensueño,
 y que se acabe el tormento.
Con recursos certeros
Los compartimentos se caen;
y venciendo al verdugo,
El infame negocio
Al fin se termina.
Quebrando mundos ficticios,
Lleno de mentiras,
Donde reina el silencio
Y las mascaras están,
A la orden del día.
Con sumo placer hoy he descubierto,
Que mi misión en la vida
Es echar abajo
Los muros de concreto,
Que aprisionan y esclavizan,
Que destruyen y matan.
Romper el silencio.
Derribar murallas.
Deshacer hechizos.
Patear el tablero.
Romper la mentira.

La excepción.

Ya me fui.
Ya no estoy,
En ningún lado,
Para nadie.

Ya me fui.
No me llamen.
No voy a contestar.
Ya no estoy.
No me busquen,
Que no me van a encontrar.

Ya me fui.
Ya no estoy.
Excepto para vos,
Que si me buscas,
Allí he de estar.
Solo si vos me llamas,
He de responder.
Adonde sea que me encuentre,
No importa el tiempo ni el lugar,
Para vos, siempre estaré;
Para vos, que sos la excepción.