sábado, 13 de junio de 2020

La soberbia como violencia simbólica, y otras cositas.

Toda una vida siendo unos nenes de mamá, soberbios y malcriados. No conocen el concepto del trabajo ni del esfuerzo por querer superarse en la vida sin depender de nadie. Son los mismos que mandan a los demás a agarrar una pala, pero ellos no agarran un tornillo ni por accidente y por lo general viven de la plata de sus padres. Esta gentuza que siempre tuvo todo servido en bandeja nunca reconocerán el esfuerzo que vos hagas por querer superarte en la vida. No les interesa que vivas quemándote las pestañas estudiando para capacitarte y tratar de mejorar tus habilidades. Es más, yo creo que cuando uno hace eso les da bronca y tratan de menospreciarte y que te sientas menos, cosa que al menos conmigo nunca lograron. Porque uno nunca tiene que sentirse más que nadie, pero tampoco menos por tu clase social, por tu color de piel, por tu lugar de nacimiento o por lo que cuernos sea, ¿sí?
Desde siempre se creyeron con derecho a querer prepotearte y forrearte aprovechándose de la posición de poder que tienen cuando, por ejemplo, vas con tu cv a buscar trabajo y te miran por arriba del hombro y casi que te lo tiran por la cabeza porque te dicen que es insuficiente (por decirlo de una manera elegante). Hasta pueden tener el atrevimiento de mirarte de arriba abajo con cara de asco y, desde una oficina mugrosa y desordenada criticarte la vestimenta cuando la grasa de la vulgaridad les chorrea por todos lados. Esa es la típica forma que toma la soberbia: como violencia simbólica, como una manera de degradar y de humillar al otro a como dé lugar.
Se creen superiores solo por el hecho de haber nacido en un contexto socio-económico más favorable que muchos de nosotros y creen que todos los demás son la peor escoria de la sociedad, y que nacimos solo para servirlos y limpiarles su mugre. Por eso también se creen con derecho a tratarte como si fueras su esclavo o su sirviente y no soportan cuando uno se les rebela rompiendo con ese destino que ellos suponen nos corresponde. Así es que cuando uno "osa" romper con ese molde y no cumplís con esas "expectativas", te acusan de vago y de no querer trabajar.  
Pero tampoco les interesa darte la oportunidad para demostrar que justamente lo que te sobran son las ganas de trabajar aunque muchas veces el cuerpo y la salud no te acompañen. Aunque claro, eso no les importa, ya se sabe.Entonces, cuando buscás hacer el sacrificio y el esfuerzo para vos mismo y no para ellos, cuando les ponés un límite y ya no les permitís el abuso, la explotación o el que ya no seas un esclavo de ellos, te estigmatizan acusándote de que te querés hacer el fino. Porque claro, los únicos que pueden ser "finos" son ellos.
Toda esta es la misma gente que te refriega por la cara siempre que tienen la oportunidad, que ellos son los únicos trabajadores, que "ellos" son los que levantaron al país, que dan muuucho "trabajo" a los demás, que "ellos" ponen la plata en "este país que no vale la pena", que ellos sí "trabajan y producen" y que por esa razón les "debemos estar agradecidos". Les gusta decir así, pero los que en realidad trabajan y se esfuerzan son los pobres peones que ellos suelen contratar en negro con sueldos miserables y condiciones paupérrimas de trabajo. Y así y todo luego tienen la caradurez de hacerse los buenos y los impolutos. Porque encima se creen que nos hacen un favor.  Sin embargo, lo peor de todo esto es cuando uno de los nuestros se pasa a ese nefasto bando.